EL PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN: ESPECIAL CONSIDERACIÓN AL LAUDO ARBITRAL

EXPERIENCIA ESPAÑOLA

Abstract

En los días que corren, las sociedades han judicializado todas las relaciones sociales y cada vez en un mayor número, someten los conflictos a los órganos judiciales para que un tercero imparcial imponga la solución a la controversia y que, llegados al caso, hagan ejecutar lo resuelto incluso haciendo uso de la fuerza, si fuera necesario.

No obstante, esta mayor litigiosidad, supone que las Administraciones de Justicia sufran un colapso que no permite dar respuesta a las pretensiones solicitadas por los ciudadanos en un tiempo debido. Todo ello es motivo suficiente para buscar fórmulas que permitan agilizar la respuesta judicial ante los conflictos planteados por los ciudadanos.

Existen fórmulas complementarias y alternativas para resolver los conflictos. Sin embargo, el Estado, en manos de los órganos judiciales, son los únicos que ostentan el imperium que le confiere la fuerza coactiva para hacer ejecutar lo resuelto.

En este artículo me he centrado en estudiar la institución del arbitraje como fórmula alternativa de resolución de conflictos donde un tercero imparcial, impone la solución de conflicto. Esta situación puede entenderse como un alivio al atasco de los Juzgados y Tribunales. Sin embargo, las facultades de los árbitros, se agotan con la resolución de las pretensiones. Así, en el caso de que las partes no cumplan con lo resuelto en el laudo arbitral, se tendrá que acudir a los órganos judiciales para proceder a la ejecución de lo resuelto de forma coactiva.

Al estudio de los requisitos procedimentales y de los aspectos más relevantes de este procedimiento para la ejecución del laudo arbitral dedico las siguientes páginas.