La prueba pericial como instrumento para suministrar conocimiento experto al juez ha tenido un cambio relevante a partir de la implementación de un modelo de proceso civil adversarial. En este sentido, dentro de las novedades introducidas por el CGP se encuentra el abandono de la tradición del sistema de perito como auxiliar del juez, para presentar el dictamen pericial como herramienta de parte. Dentro de la regulación de este medio de prueba, se encuentran una serie de requisitos mÃnimos que debe contener el dictamen pericial contenidos en el artÃculo 226 de dicho estatuto, a los cuales el legislador no asignó una consecuencia frente a su incumplimiento, abriendo las puertas a un cuestionamiento en torno a su calidad, a saber: ¿se trata de criterios condicionantes de la admisibilidad de la prueba o de pautas orientadas a facilitar el ejercicio de valoración probatoria del juez? De tal suerte, este escrito pretende responder a esta pregunta, a partir de la revisión de las diferentes posturas que se han presentado sobre dicha problemática, teniendo en cuenta que la respuesta que se adopte tendrá una incidencia determinante sobre el derecho fundamental a la prueba.
